Por el R .·. H .·. Oliver Alejandro Villanueva Laya de la Resp .·. Log .·. Luz del 12 de Julio Nro 6 del Vall .·. de Maracay al Or .·. de Venezuela

COLUMNA: TODOS SOMOS MASONES

QQ.·.HH.·.TT .·.

INTRODUCCIÓN:

A lo largo de la historia las diversas culturas y religiones han observado y estudiado el cosmos y su influencia exotérico y esotérica dentro de la naturaleza, vinculándola al ser humano en el aspecto material y espiritual, en especial haciendo énfasis al proceso cíclico de vida, muerte y regeneración; aceptando que el orden se origina del caos así como la dualidad proviene de la unidad universal; siendo esta la base del tercer grado

Hiram Habiff:  El gran maestro - por el RH Oliver Villanueva Laya

de la masonería, que posee como punto de partida la historia del maestro Hiram Abiff la cual esta vinculada sin lugar a dudas al ciclo anual del sol así como al estudio de la muerte como un ente regenerador y purificador que forma parte de un período de mejoramiento personal, enseñándonos a no escuchar al fanatismo, ni alentar la ambición ni albergar la ignorancia por éstas ser consideradas las asesinas de la francmasonería, que persigue formar individuos preparados, conocedores de las causas de las adversidades de la humanidad y que trabajen para eliminarlas o al menos disminuirlas actuando de manera prudente, virtuosa y honrada; empleando como aliadas para este fin a la sabiduría, la tolerancia y la razón; logrando conservar la paz y la unión y de esta manera el florecimiento de la conciencia, la verdad y la justicia.

 Desde el punto de vista profano la muerte es un tema temido y eludido por ser considerado el instante en donde se extingue la vida, creando desorientación y desconocimiento, trayendo como consecuencia la ignorancia de cómo aceptarla y afrontarla en el instante que nos alcanza, imposibilitando el amaestramiento sobre este proceso natural en el rumbo biológico de la existencia.

 A continuación, se establecerá la apreciación de la muerte en el campo de la masonería, con la cual hemos estado en contacto desde nuestra iniciación en el cuarto de reflexiones y que en su momento no tenía un significado claro, pero con el transcurrir del tiempo e ir avanzando de grados recibimos enseñanzas que nos llevan a interesarnos en el tema y a estudiarlo en profundidad.

“Es preciso haber penetrado el secreto de la muerte transformadora para formarse una idea justa del nacimiento de la vida.”

DESARROLLO:

Para la Masonería, la historia de Hiram Abiff se convierte en parte esencial de su doctrina espiritual. Es así como cada M.·. al ser exaltado, debe verse reflejado en ese personaje que por primera vez escucha como parte fundamental de su nuevo grado. Pero ¿cuál es el motivo de su muerte? ¿Es un hecho de referencia o es parte de toda una codificación oculta inserta en un relato que a vista profana no revela ningún hecho importante?; en realidad la leyenda de Hiram Abiff encierra uno de los más ocultos misterios de la Masonería General, el cual se usa para trasmitir un conjunto de enseñanzas reflejadas en vicios y virtudes que toman nombres para identificarlos entre ellos. 

 Para su estudio, comprensión y develación presentaré de la manera mas resumida dicha leyenda tomando en cuenta que posee leves variaciones según los diferentes Ritos y leyendas.


 "Hiram Abiff, Maestro en las artes de la construcción, fenicio hijo de una viuda de una tribu israelita de Neftalí y de un Tirio llamado “Ur” (en hebreo “or” es “Fuego”, por eso también Hiram es llamado “Hijo de la Luz”) dirigía por encargo del Rey Salomón las obras de la construcción del Templo erigido al G .·.A .·.D .·.U .·., habiendo sido digno de tan grande honor por su conducta, su habilidad, su experiencia y su justicia. Siendo jefe de todas las cuadrillas de trabajadores,  los clasifico de acuerdo a sus habilidades entre: Aprendices, Compañeros y Maestros los cuales recibían sus pagas mediante una palabra, un signo y un tocamiento diferente para cada caso. 3 compañeros disgustados por su salario y creyéndose merecedores del honor de pertenecer al grupo de los maestros decidieron arrebatar la palabra sagrada al maestro Hiram Abiff; estos compañeros eran Jubelas, Jubelos y Jubelum y que personifican a el Fanatismo, la Ignorancia y a la Ambición; sabían que Hiram iba todos los días al mediodía a orar e inspeccionar las obras del templo mientras los obreros descansaban, por lo cual se pusieron en asecho ocultándose en las puertas del Oriente, Mediodía y Occidente del templo en construcción, determinados a forzar a Hiram para revelarles la contraseña del grado del Maestro. 

 Habiendo concluido el maestro su labor de inspección de los trabajos, se dirigió a salir por la puerta del Sur (Mediodía) donde fue de pronto encarado por Jubelas armado con una Regla de veinticuatro pulgadas. Por la respuesta negativa del Hiram de revelar la Palabra y el signo de Maestro, el rufián lo golpeó en el hombro con la regla, y el Maestro herido entonces se dirigió apresurado a la puerta del Oeste (Occidente), donde Jubelos, dotado con una Escuadra, lo esperó y exigió la Palabra de Maestro, de nuevo Hiram era silencioso, y el segundo asesino lo golpeó en el pecho con la Escuadra. 

  Hiram tuvo la fuerza para intentar salir por la puerta del Este (Oriente), sólo para ser encontrado allí por Jubelum, quien provisto con un mazo le exigió a Hiram que le diera la Palabra y el Signo de Maestro, a lo que el maestro respondió: “no puedo dártela” y el infame asesino lo increpo fuertemente en la frente con el mallete, matando a Hiram finalmente al no haber recibido de él la palabra sagrada, luego decidieron ocultar el cuerpo de Hiram bajo escombros para no despertar sospechas y posteriormente sacar por la puerta del norte el cuerpo de Hiram Abiff en la penumbra de la noche, a una montaña lejana cubriéndolo de tierra y con unas ramas de acacia.

Pasados los días y al ver el Rey Salomón que Hiram Abiff no aparecía, nombró a nueve maestros para que comenzaran su búsqueda, luego de dividirse en grupos de tres, el vapor que se levantaba en el campo los junto en un paraje y uno de ellos tomo una de las ramas de acacia y al darse cuenta que carecía de raíces decidió comenzar a cavar y convido a los otros maestros a hacerlo, vieron con horror sumido en un montón de carne, huesos y podredumbre al Respetable Maestro Hiram Abiff, sacan el cadáver y con un santo respeto lo llevan a Jerusalén donde el Rey Salomón le da santa sepultura y de esta manera recuperan de nuevo la Palabra de los Maestros.”

 Ahora procederemos al análisis esotérico de dicho relato estableciendo inicialmente que Hiram es evidentemente el Osiris de los Egipcios, el Mintra de los Persas, el Atis de los Frigios, el Adonis de los Fenicios, el Baco de los Celtas, etc. 

 Como todos ellos es la representación del Sol en su marcha aparente (se dice marcha aparente del sol ya que en realidad es la tierra la que marcha alrededor del sol) iluminando y fecundizando todo a su paso mediante un ciclo de muerte y resurrección; lo cual experimentamos en nuestra iniciación al entrar al cuarto de reflexiones y abandonar los metales, morimos para el mundo profano infectado de vicios y pasiones y renacemos en el seno de la masonería dentro de una logia (esto ocurre al momento en que entramos en posición fetal al templo), con un alma purificada (a través de los viajes que realizamos) y de esta manera evolucionar empezando a reconocer y desplegar las virtudes que existen dentro de nosotros, desarrollando la conciencia y la sabiduría, logrando de esta manera entrar en el reino de la razón por medio de la cual nos conectamos a energías ancestrales, volviéndonos individuos honorables, serviciales y exigentes con nosotros mismos en la realización de acciones en pro de la sociedad.

 Hiram Abiff representa la lealtad absoluta a los principios de disciplina, humildad, esplendidez, paciencia y respeto que nos mantendrán en armonía y darán el progreso en nuestras vidas. Los tres compañeros representados por Jubelas, Jubelos y Jubelum los cuales no son más que los peores vicios de la humanidad como el Fanatismo, la Ignorancia y la Ambición, aspectos que nos harán caer en la desgracia, haciéndonos hombres miserables y pobres de alma y si luego de haber recorrido con sacrificio y trabajo todo ese camino desde nuestra iniciación hasta la cámara del medio y dejarnos dominar por las pasiones no habremos preservado la purificación del alma alcanzada en los viajes de nuestra iniciación. 

 Así como lo demostró Hiram Abiff al preferir morir antes de dar la Palabra Sagrada conservando virtuosamente con templanza su moral y discreción, por lo cual sera recordado como un hombre digno demostrando que los sacrificios otorgan los dulces frutos de los cuales se alimenta el alma, convirtiéndolo en un ejemplo a seguir por nosotros los masones.
  Se debe también considerar que en la antigüedad el número nueve se comprendía como sagrado por la significación que posee en la gestación de un ser humano. Es así, como en las anticuadas iniciaciones los neófitos atravesaban un periodo de nueve días y celebraban un rito de iniciación y purificación en el día noveno después de su nacimiento. Enterraban a los muertos el noveno día y celebraban una fiesta un día llamado “Novenaria” cada nueve años, en memoria del muerto. 

 De modo, que desde el punto de vista iniciático el número nueve encierra un significado profundamente místico que entrega la potestad de convertir y verificar el estado de putrefacción de un ser. En la Leyenda de Hiram, la función de estos nueve maestros es la entrega del cuerpo del fundidor a los Misterios Mayores como motivo iniciático. Hiram ha muerto de forma corporal pero se ha iniciado en otros secretos representados por aquella rama de Acacia dejada en su lecho de muerte.

 La Acacia es un árbol de madera muy compacta que crece abundantemente en las cercanías de Jerusalén, actualmente se emplea para la obtención de Goma Arábiga. Desde la antigüedad es considerada una planta virtuosa ya que no es atacada por ningún género de insectos, plagas u otros animales; además de no pudrirse con la humedad.
 En el volumen de la ley sagrada se le conoce con el nombre de Shittah y en plural Shittuin y era considerada como madera sagrada entre los Hebreos. De ella ordenó Moisés que construyera el Tabernáculo (Éxodo XXVI, 15), el Arca de la Alianza (Éxodo XXV, 10) La Mesa de los Panes de la Proposición (Éxodo XXV, 23), y el resto de los adornos sagrados; incluso se comenta que de la madera de acacia era la cruz en que murió Jesús, y que el cáliz sagrado que usó Jesucristo en la última cena era también de madera de acacia. Considerándose como árbol místico de majestuosas cualidades, los antiguos masones adoptaran la planta sagrada de la Acacia como símbolo de la inmortalidad haciendo similitud a la naturaleza incorruptible y pura del alma y también porque recuerda al hombre, por medio de su naturaleza siempre viva y fértil, la parte espiritual que existe en todos nosotros y que jamás puede morir por ser emanada del ser supremo y demostrando que “la vida se levanta de la tumba.”

 Dentro de La masonería especulativa ésta es una planta que forma parte del ritual para el sublime grado de Maestro Masón y tiene su significado:
 El Maestro Masón llega a este grado por su progreso en el desarrollo de la razón, dominio de sus vicios y pasiones, ya que el hombre real es el que tiene conciencia de sí mismo y de su entorno, aunado a esto recordemos que el árbol de acacia posee tres grades cualidades como lo son lo incorruptible, su pureza y su duración. 

 De esta manera es el buen Maestro Masón. Que no permite que su alma sea corrompida, su moral quebrantada y sus ideales socavados. Tenemos por tanto al Maestro Masón envestido de tan bellas virtudes que en todo momento adornan su vida, así como lo hace la pureza de sus pensamientos los cuales reposan sobre su conciencia, palabras y acciones que en todo momento lo distinguen.
 Recordemos también que al estar dentro del féretro nos es colocada ramas de acacia y en su momento nos es levantado del mismo como Maestros Masones, lo cual simboliza que Morimos en el mundo material y nacimos en el mundo espiritual, es por tanto, la manera como un Maestro Masón debe mantener su marcha en la vida, fortaleciendo día a día el espíritu y su conciencia, progresando en la consolidación de su propio templo interior construido sobre bases de virtudes como la razón, la justicia, la humildad, la prudencia y el amor a la humanidad; y de esta manera acercarnos más a la verdad y lograr ser recordaros con amor y ejemplo de hombre y Masón a seguir por las generaciones futuras.

 En todas las leyendas de cualquier sistema de misterios antiguos suelen esconderse fenómenos astronómicos. En ellas, siempre se encuentra un héroe herido de muerte, por un genio o un monstruo o un asesino, dicho héroe posee por lo general esposa e hijos. 

 El héroe es siempre el Sol, su esposa la Tierra y el hijo el Hombre. Aunque difieran frecuentemente las diversas leyendas, todas persiguen el mismo fin basándose en que algunas veces el héroe resucita y en otras es reemplazado por su hijo el Nuevo Sol.

 En nuestro caso de estudio el mito entero es una alegoría astronómica, como ya hemos dicho al principio Hiram representa al sol y la construcción del templo de Salomón hace referencia al movimiento de traslación de la Tierra, siguiendo paso a paso la leyenda encontraremos la veracidad de esta hipótesis:    

 Estando las obras para terminarse, es decir habiendo recorrido el sol las tres cuartas partes de su aparente recorrido; tres malvados compañeros, que son los tres meses del otoño (Septiembre , Octubre y Noviembre) o también los signos del invierno (Libra, Escorpión y Sagitario); planean atentar contra el maestro colocándose en las tres puertas del templo situadas al Mediodía(lugar done el sol está en toda su fuerza), Oriente (punto naciente del sol) y Occidente (punto poniente del sol), o sea en los puntos del cielo donde el sol se hace visible, en el momento que Hiram termina sus labores y se dispone a salir por la puerta del sur (mediodía) es interceptado por uno de los compañeros el cual le pide la palabra sagrada y ante la negativa respuesta de Hiram este le da un golpe con la regla de 24 pulgadas, símbolo de las veinticuatro horas del día, cuya disminución de tiempo y de luz da al Sol el primer golpe, es decir, la revolución diurna o primera división del tiempo que, después de la exaltación del potente astro, atenta débilmente contra su existencia, asestándole el primer golpe. 

 De inmediato Hiram cree poder salir por la puerta del oeste (occidente) pero allí se encuentra con el segundo compañero, que viendo que se negaba a darle la palabra lo golpea en el pecho con una escuadra, lo cual equivale a un cuarto del circulo zodiacal, simbolizando la última estación, el invierno, figurado por la intersección de dos rectas que dividen el Zodiaco en cuatro partes iguales representativas, de las cuatro estaciones, cuyo centro simboliza el corazón del Solar Hiram Abiff. 

  Esta es la segunda distribución del tiempo que en esta época asesta más grave golpe a la existencia solar; por ultimo intenta salir por la puerta del este (oriente) donde se encuentra con el tercer compañero que le pide en vano la palabra por lo cual hiere a Hiram mortalmente golpeándole en la frente con su mallete o mazo, cuya forma cilíndrica, anillo o circulo, simboliza el año que termina la vida anual del sol. Es la tercera distribución del tiempo zodiacal, cuyo cumplimiento asesta el último y mortal golpe a la existencia del Sol expirante.

 Cuando el Sol desciende a los signos zodiacales inferiores, la Naturaleza entera enmudece, e Hiram Abiff no puede comunicar la Palabra sagrada a sus compañeros obreros que simbolizan los tres últimos meses inertes del año.

 Concluido el delito los compañeros procedieron a ocultar el cuerpo de Hiram debajo de una pila de escombros, haciendo alusión a la lluvia, los hielos y en general a la tristeza que inspira al mundo la llegada del invierno, Salomón preocupado por la desaparición de Hiram envía a nueve maestros a su búsqueda, ellos descubren el cadáver al ver un sector de la tierra removida cubierta con una rama de acacia, los nueve maestros que van en busca de Hiram Abiff son los meses de diciembre, enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio y agosto, que comprenden las demás estaciones y vuelven al Sol a la vida. 

 El ramo de acacia estaba consagrado al Sol. El túmulo y la rama fresca de acacia representa el enlace del misterio de la vida y del misterio de la muerte que gobierna al mundo.

 Finalmente es exhumado el cadáver y la palabra fue recuperada, lo que representa el renacimiento del sol. Y Por orden del rey salomón a Jubelas se le mando a cortar el cuello (Grado de Aprendiz), a Jubelos arrancarle el corazón (Grado de Compañero) y a Jubelum dividirlo en dos partes (Grado de Maestro).

 El tercer grado nos recuerda la continuidad del eterno ciclo de muerte y renovación del Sol, de la Vida y de la Naturaleza: Generación, Destrucción y Regeneración. Generación,  no  creación.  La  vida  y  la  muerte como principio y fin de cuanto existe, como producto de la generación. El Maestro masón estudia las leyes inmutables del Universo y su relación con él.

 En los grados simbólicos la Masonería primitiva conectó con tres mitos fundamentales para explicar los misterios de la Naturaleza: el nacimiento, la vida y la muerte de los seres.

GRADO DE APRENDIZ DE MASÓN:


Presenta el mito del paso de las tinieblas a la luz. Es el nacimiento del Sol. El primer grado representa el periodo de 21 de diciembre a 21 de marzo, es decir, del solsticio de invierno al equinoccio de primavera. En el Universo el orden nace del caos. Virilidad como causa de la generación de los seres. Los tres elementos de la generación: el Agente, el Paciente y el Producto. El iniciado aprendía a conocerse a sí mismo.

GRADO DE COMPAÑERO MASÓN:

  El mito de la construcción del Templo de Salomón. El Sol da forma y hermosura a la Naturaleza entera. El segundo grado representa el periodo de 21 de marzo al 21 de septiembre, es decir, del equinoccio de primavera al equinoccio de otoño. Dulzura como medio de la generación de los seres. Es la vida activa en los cinco sentidos vitales del hombre. El Compañero masón estudiaba los misterios de la Naturaleza y las leyes de la Materia.

GRADO DE MAESTRO MASÓN:

 El mito solar y la leyenda de Hiram Abiff, el constructor del Templo. La leyenda de Hiram Abiff representa el curso, la marcha anual del Sol. El Sol alcanza su máxima exaltación en el Solsticio de Verano (en el signo de Cáncer) y desciende a la región de las tinieblas (en el signo de Libra). Finalmente, el Sol triunfa sobre las tinieblas del invierno.  El 3° grado representa el periodo del 21 de septiembre al 21 de diciembre, del equinoccio de otoño al solsticio de invierno. Hiram Abiff, el Sol, no puede dar la palabra que simboliza la vida porque el otoño se aproxima y aquél ha perdido sus fuerzas vivificantes.
 En el sentido moral la leyenda del tercer grado no es otra cosa que la personificación de la justicia eterna, sus enemigos son la anarquía, el crimen y la disolución social, factores que tienden a destruir a la humanidad por medio de la degeneración moral del hombre, por ese camino se consigue hundirlo en las tinieblas de la ignorancia en aras del nefasto fanatismo y la nociva superstición, armas que emplean los hipócritas, los ambiciosos y los tiranos para dominar a los pueblos.

CONCLUSIÓN:

 En la Masonería la Muerte tiene un sentido positivo porque es una etapa de un proceso de transformación física y espiritual, así como la Semilla debe morir sepultándose en la tierra para nacer, transformándose en la planta que proveerá abundantes frutos. Porque la Tierra es un campo de enseñanzas y de experiencias para perfeccionar el Alma a pesar del triunfo aparente de la Maldad en el mundo Profano.

 Comprender el sentido de la Muerte como antesala de la verdadera vida se liga a la necesidad de descubrir en nosotros mismos a través del trabajo la palabra transformadora. La búsqueda de Hiram y la comprensión de su vida, pasión, muerte y resurrección en nuestro Interior se acompaña también de la persistencia en la construcción del templo y en la edificación de nuestra virtud como tributo a su memoria y así lograr generar una nueva mentalidad en nosotros y en la humanidad, donde impere la verdad, la razón y la justicia sobre la mentira, la ignorancia y la ambición. 
 A ello nos invita el conocimiento de la personalidad, historia y el misterio de Hiram. La comprensión de su Drama nos arroja luz sobre la tragedia de nuestra existencia, por eso el sufrimiento que experimentamos en los tropiezos diarios no es sino un incentivo para el progreso y la felicidad representado por la resurrección del Querido Maestro bueno, justo y perfecto. Nosotros somos Hiram cuando nos perfeccionamos a través del trabajo en el mundo físico y sobre nosotros mismos, y de nuestras cualidades dependerá nuestra regeneración o renacimiento hacia el inicio de una realidad distinta repleta de alegrías.     

 Observemos lo que nos dice la naturaleza, al soltar sus hojas al morir un poco cada vez, para renovar su vida. Recordándonos que, para volver a nacer, hay que morir. Debemos eliminar lo que no nos sirve, lo viejo, lo que no nos deja evolucionar o avanzar, en nuestras metas y proyectos de vida.

 El Maestro no debe limitarse a ser un espectador del proceso de la Tumba de Hiram o un conocedor de su muerte, sino que debe “vivirla” o sentir la muerte del Maestro dentro de sí, o de lo contrario el “Drama de Hiram” sería un conjunto de pintorescas Leyendas sin contenido aplicable al drama de nuestra Vida, donde la muerte es tan sólo un aspecto. Durante nuestra existencia “morimos” en los sufrimientos constantes del duro vivir, pero la carga se hace más liviana cuando recordamos que la Leyenda de Hiram nos muestra que las dificultades y las malas experiencias son un proceso necesario para mejorar y re-valorar lo que tenemos, y que de sus aspectos negativos debemos extraer una enseñanza positiva para redimensionarnos. 

 El Hombre tiene vocación para la felicidad y para evolucionar, solo nos resta hacer resucitar nuestro propio Hiram Interior para conocer y utilizar sus propiedades, que crearán una nueva realidad en nuestra existencia y en el universo.

Es todo.

R.·.H.·. Oliver A. Villanueva Laya
M.·.M.·.

S.·.F.·.S.·.

BIBLIOGRAFÍA:

1) Ritual y Catecismo del Rito Antiguo y Primitivo de Memphis.

2) El Maestro Masón y sus Misterios- Jorge Adoum.

3) Los 27 temas del Maestro Masón, Adolfo terrones Benítez.

4) www. Diariomasonico.com (web).

5) www. Wikipedia.com (web).

6) www.granlogia.org.ve (web).

7) El libro Negro de la Masonería.

8) Ritual y Catecismo del Rito Escoces Antiguo y Aceptado.

9) Volumen de la Ley Sagrada.

10)Corpus Hermeticum. Hermes Trismegisto.

11) El Kybalion, los Misterios de Hermes. Hermes Trismegisto.

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