La leyenda de HIRAM ABIFF: El verdadero héroe y Maestro Masón

Escrito por Ioseph Gustavo Briceño BenHashem M:.M:.
AL.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.
RR.·.HH.·.TT.·.
La Leyenda de Hiram Abif fue introducida en la masonería entre los años 1.723 y 1.730. Comienzo con dos citas textuales de mi Rit.·. de MM.·. , una referida al hecho de contar la leyenda; y la otra referida al primer gran héroe Mas.·. :



“VVen.·.HH.·. , ya lo sabéis: todos los pueblos y sectas han tenido y tienen ceremonias fundadas en las tradiciones y acontecimientos que son la base de las creencias populares y de la instrucción que nace de ellos.”
……….
“Los MM.·.MMas.·. teníamos un M.·. llamado Hiram, modelo acabado de perfección. Su país era aquel donde nace la luz; trabajaba en la dirección de un Templo erigido al G.·.A.·.D.·.U.·. a la sabiduría y a la virtud, y pretendía reunir en él a todos los hombres que profesaran el culto de la verdad. Llamó a todos los buenos para que concurrieran a la obra; los dividió en aprendices, compañeros y maestros según sus aptitudes. “
Rit.·. Gr.·. M.·.M.·. del R.·.E.·.A.·.A.·
Introducción:
La historia de Hiram Abiff, como se cita en nuestros rituales del grado, apenas asoma partes de esta interesante leyenda, la cual tiene algunas versiones con matices diferentes, y que se pueden encontrar en libros, rituales y planchas de diferentes autores y sitios web. Pero la esencia se cumple regularmente de la misma manera, salvo por detalles que jamás serán comprobados científica e históricamente. Según mis previas lecturas del tema, hay una plancha que podría decirse contiene la versión «autorizada» de la leyenda del grado de Maestro. Recomiendo su lectura también.
Pero en esta versión que les traigo, se trató de tomar en cuenta relatos bíblicos de nuestro Volumen de la Ley Sagrada, que no deberían tener discusión de validez para nosotros los iniciados en la Francmasonería, y de libros de personas que considero calificadas, sean QQ.·.HH.·. o no, y de antiguas escrituras Judías reunidas en El Midrash (Libro que detalla en profundidad los hechos históricos de la Torá Judía, según la tradición oral del pueblo de Israel).
Ciertamente habrá criticas profundas acerca de esta versión de la leyenda de Hiram Abiff, y entendiendo la trascendencia de lo relatado aquí, es menester mencionar la existencia de rumores presuntamente difundidos por un poeta francés de nombre Gerard Labrunie, quien en un relato más extendido de la leyenda del grado de Maestro, da un amplio margen de que existió un triangulo amoroso entre los protagonistas de esta historia, y que más adelante se detallará.
Gérard de Nerval (París, 22 de mayo de 1808 – 26 de enero de 1855) era el seudónimo literario del poeta, ensayista y traductor francés Gérard Labrunie, de quien se decía era el más esencialmente romántico de los poetas franceses.
Los escritos del mencionado poeta, se caracterizaban por ser de naturaleza abstracta, oscura y algo amarillistas; pero en mi investigación, me he topado con versiones de antiguos rabinos que anexaron sus relatos al libro Midrash judío, por lo que no está demostrada del todo su falsedad.
De todas maneras, dejo al final en la bibliografía, el link de la Historia del Maestro Hiram Abiff, tal cual la enseñan en las logias azules o simbólicas, y cuyo autor es mi muy Q:.H:.Oliver Alejandro Villanueva Laya.
Habiendo aclarado el punto anterior, comenzaré mi ensayo desde el mismo inicio conocido de la humanidad… si, con Adán, Eva, Caín, Seth, y Abel. Aunque parezca estar un poco fuera de tiempo, es necesario asociar ciertos precedentes que relacionan a estos primeros pobladores del planeta con el lugar donde presuntamente se construyó el Templo del Rey Salomón, o mejor dicho, el Templo que Salomón erigió al Gran Arquitecto del Universo que es el mismo Dios de Abraham, David y del pueblo Judío.
Estimado lector, os ruego leáis detenidamente todo este gran antecedente que os presento, puesto que tendrá en lo sucesivo una significación trascendental en la historia de nuestro Gran Maestro Hiram.
Este pequeño video, resume la visión general de la leyenda del Gran Arquitecto y Maestro Hiram Abiff. No profundiza mucho en ningún aspecto histórico, tal como se dispersa esta instrucción en nuestros talleres al «aprendíz» maestro.

Antecedentes Bíblicos:
Esta historia comienza con el relato de Caín asesinando a Abel, presuntamente por envidiar la esposa que le fue asignada a su hermano, siendo lógicamente el primer asesinato de la humanidad (realmente fue un fratricidio), debido a que solo estaban en la tierra Adán, Eva, Caín, Abel y Seth. Caín seguramente no supo qué significaba ver que su hermano ya no se movía luego de asestarle los golpes de su odio, y como era de esperarse, no sabría que hacer luego para ocultar de sus padres y hermanos el cuerpo inmóvil de su hermano Abel. Instintivamente debió buscar la forma de esconderlo. Hasta ese momento, no se había hecho ninguna sepultura humana, ni se había generado el primer luto y dolor de muerte. Cuentan las leyendas Judaicas transmitidas oralmente, y tomadas del Midrash judío, que mientras Caín se preguntaba qué hacer con aquello que hizo, que el mismo Dios le mandó dos cuervos, donde uno de ellos en su presencia mata al otro, y como puede, ese cuervo escarba un agujero en la tierra y lo mete allí. Esto le haría ver a Caín qué era lo que debía hacer.
Del evangelio de Nicodemo, el Dr. José María Herrera -doctor en filosofía y autor de varios libros, entre los que destacan El libro del Génesis – relata que Adán enfermó gravemente y que su segundo hijo con Eva, Seth (o Set) al verlo tan mal, instintivamente fue al lugar del Edén, a buscar oleos del Árbol de la Vida para untárselos y ver si sanaba.
Pero al llegar a la entrada se encontró con el Arcángel Miguel, guardián del Edén desde que fueron expulsados sus padres. Al contarle Seth su intención al arcángel, éste le respondió que no se hiciera ilusiones creyendo que podría conseguir lo que buscaba, pues estaba previsto que nadie obtuviera el óleo del Árbol de la Vida, también llamado luego Árbol de la Misericordia, hasta que no transcurrieran 5.500 años, tiempo que, de acuerdo con los cálculos de los especialistas en cronología bíblica, faltaría para el nacimiento de Jesús de Nazareth.
El Arcángel pronto se compadecería de Seth y a pesar de la prohibición impuesta por Dios, éste le regaló una rama de la corteza sagrada y le aconsejó que lo plantara en el monte Líbano a fin de que cuando creciera, sus frutos pudieran sanar a su padre. Para entonces, Adán tenía 999 años de edad. Seth lleva la rama apresuradamente a casa, pero al llegar su padre ya había muerto. Éste sepultó a Adán y sobre su tumba plantó la rama del Árbol de la Vida porque era tierra muy fértil. Ese pequeño tallo creció hasta convertirse en un gran árbol, que presuntamente tendrá un papel increíble y significativo en la historia posterior de la humanidad.
Salvo las aves y algún hombre que disfrutó de su gran sombra, este árbol no llamaría particularmente la atención hasta que el Rey Salomón notase su existencia y gran tamaño, mandándolo a cortar para usarlo como vigas en su templo, pero por razones enigmáticas nunca se pudo usar para tal fin, retirándose y usando esas vigas para armar un puente sobre un pequeño riachuelo hacia la salida de Jerusalén. Más tarde en nuestra historia, veremos el increíble desenlace de estas maderas sagradas, según se cuenta en la investigación del Dr. José María Herrera en su Libro del Génesis.
Sigue entonces la historia de la humanidad con el diluvio y Noé, quien antes de que la tierra se inundase, recupera los restos mortales de sus ancestros Adán, Eva, Abel, Seth, Aklínia, Matusalén, Enoc y Lamec, y los rescata en el Arca junto a los animales, a su esposa y a sus hijos Sem (padre de la población semita), Cam (padre de la población africana) y Jafet (padre de la población europea). Caín era hijo de Eva más no de Adán, sino de un Ángel luciferino. Por eso no están allí sus restos, además del hecho de haberse ganado una maldición eterna por haber asesinado a su hermano.
Según la tradición Oral, transmitida entre judíos de generación en generación, cuando las aguas del diluvio descienden y todo en el planeta vuelve a renacer limpio de pecado, Noé y su familia comienzan la nueva etapa de la humanidad. Se presume que Noé entierra los restos rescatados de sus ancestros en una cueva que a la postre resultará ser el sitio más sagrado para las principales religiones del mundo. También planta una sepa del presunto Árbol de da Vida, sembrado por Seth en la tumba de Adán. Aún no está claro a la fecha de este escrito, dónde el Arca de Noé encalló finalmente luego del diluvio. Por lo que relataré más adelante, debió ser no muy lejos del lugar donde, siglos después sería crucificado el profeta mayor, sumo Gran Sacerdote Judío y probablemente el único salvador de la humanidad: Jesús de Nazareth.
He contado estas historias bíblicas ancestrales, porque para la construcción del Templo de Salomón y los sucesivos templos erigidos en el mismo lugar de Jerusalén a lo largo de los siglos, se toman en cuenta eventos relacionados a esa cueva ancestral y con el gran árbol sembrado por Seth y luego Noé; y el mencionado profeta y gran dignidad judía Jesús de Nazareth.
Construcción del Templo de Adonay (G.·.A.·.D.·.U.·.)

Ya entrando en la historia de la construcción del templo dedicado a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, cuando las 12 tribus de Israel salieron de la vida nómada en el desierto y conquistaron Jerusalén, los hebreos hicieron de esa ciudad su capital. Tuvieron sus reyes, comenzando por Shaúl, quien fue el primer monarca ungido por el G:.A:.D:U:. , y seguido por David.
Una vez, David que para entonces ya vivía en un lujoso palacio, siempre pensó que era incorrecto vivir así, en un edificio de sólida piedra, mientras el Arca de la Alianza (símbolo de la unión de Dios con el hombre) estuviera en una tienda, aunque ésta fuese muy bella y lujosa.
Así, este último alimentó la idea de construir un gran templo para Dios, una construcción fija que recibiera el Arca de la Alianza con sus artefactos y las actividades del Tabernáculo.
En 2do de Samuel 7, se muestra a David contándole a Natán, profeta y su mano derecha, su plan. Luego, Dios en un sueño le suministra a David los planos exactos con todas las medidas para la construcción de su gran templo, sin embargo, le dejó bien en claro que no lo construiría finalmente, porque sus manos se habían manchado con demasiada sangre (David era un gran y exitoso guerrero).
En 1ro de Crónicas 28:2-6, Dios Le ordenó dar esa labor a su hijo más refinado y futuro sucesor real, Salomón. Aun así, Dios le encomendó a David comenzar a almacenar el material para la gran obra, y así lo hizo. En 1ro de Crónicas 22:14 se describe lo que deja David a su hijo: “He aquí, con grandes esfuerzos he preparado para la casa de Adonay cien mil talentos de oro y un millón de talentos de plata, y bronce y hierro sin medida, porque hay en abundancia; también he preparado madera y piedra, a lo cual tú podrás añadir”. Salomón terminó de juntar los materiales necesarios para comenzar la obra. Cuando éste asume el trono con solo 12 años de edad (nace el 848 AC y muere en el año 796 AC a sus 52 años, siendo rey de Israel por 40 años).
Según estudiosos israelíes, la construcción del Templo de Salomón comienza 2 meses después de asumir el trono, 480 años después de que Moisés sacó a los 3 millones de judíos esclavos y mano de obra de Egipto (1ro de Reyes 6) y duró exactamente 7 años y 6 meses entre los años 833 y 826 AC; luego fue destruido por el Rey Babilonio Nebujadntza cuatro siglos después en el año 423 AC.
Documentación bíblica de Hiram Abiff:

Se sabe que Hiram Abiff descendía de la tribu de Dan, uno de los hijos de Jacob. La documentación de la existencia de este héroe masónico se encuentra descrita en nuestro Volumen de la Ley Sagrada, en 1ro y 2do de Reyes y en 2do de Crónicas, donde se muestra la historia de un personaje dotado de los conocimientos necesarios en el arte de la organización y construcción de grandes obras. Era mitad fenicio y mitad judío, y fue enviado por su rey Hiram I de la ciudad fenicia de Tiro, al rey Salomón de Jerusalén para la construcción de un Templo erigido a la Gloria del Dios de Israel.
Además de las sagradas escrituras, está también lo contenido el Tercer Landmark que expresa: “La leyenda del tercer grado es un Landmark importante, cuya integridad ha sido bien preservada. No existe Rito de la Masonería, practicado en cualquier país o idioma, en el que los elementos esenciales de esta leyenda no se enseñen”.
En 2da de Samuel 5:11-12, se habla que el rey Hiram de Tiro procedió a enviar mensajeros a David, y también árboles de cedro y trabajadores en madera y trabajadores en piedra para muros y empezaron a edificar una casa para el Dios de David, teniendo éste 30 años de edad. Luego de la muerte de David, Hiram de Tiro siguió supliendo materiales y mano de obra especializada a su sucesor, el rey Salomón.

Al momento de comenzar la gran obra, el rey de Tiro envía un maestro constructor especializado tal como se describe en 2da de Crónicas 2:13-14, donde dice: “13 Y ahora de veras envío un hombre hábil, experimentado en entendimiento, que pertenece a Hiram Abiff. 14 Hijo de una mujer de los hijos de Dan, pero cuyo padre era un hombre de Tiro, experimentado, para que trabaje en oro y en plata, en cobre, el hierro, en piedras y en maderas, en lana teñida de púrpura rojiza, en hilo azul y en telas finas y en carmesí y en cortar toda clase de grabado y en diseñar toda clase de medio útil que se le dé, junto con tus propios hombres hábiles y los hombres hábiles de mi señor David.”
Hasta allí, las sagradas escrituras describen el perfil de un hombre sabio. Un maestro constructor operativo especialista, que tenía en su haber varios oficios fundamentales como maestro: La orfebrería; la ingeniería y arquitectura de la construcción; la confección de textiles de origen animal y de “telas finas”; y ser maestro instructor principalmente, pues tan magna tarea necesitará de la implementación de estrategias para el manejo de decenas de miles de hombres, muchos de los cuales hablan lenguas extranjeras.
Preámbulos de la leyenda del Maestro de Maestros:
Salomón se preguntaba ¿Quién era este hombre? ¿De dónde venía? Al hablar de los ancestros mencionados, hemos referid o la historia de Caín y de su raza, hasta llegar presumiblemente en el mismo linaje a Hiram Abif. Así, tomamos la historia desde el punto en que la interrumpimos.
Se decía que Hiram era hijo del Espíritu del Fuego (Tubalcaín), y de los genios del trabajo; parecía vivir triste y era solitario; y era descendiente directo del linaje de Eva.

A nadie comunicó el secreto de su origen sublime. Todos le temían y al parecer Salomón con su famosa suspicacia, le temía más que todos los demás. El temor que había inspirado ahogaba en los corazones el afecto y la simpatía, antes de que esos sentimientos naciesen. Salomón, presentía la grandeza misteriosa de Hiram, y realmente le hacía sentir inferior ante él, lo que a la larga le generó un gran odio.
Aun así, antes de asumir la dirección de los trabajos, Salomón, le dice: “Hiram, yo os escojo para jefe y Arquitecto Mayor del Templo, así como de los obreros, os trasmito mi potestad sobre ellos, sin que haya necesidad de otra opinión que la vuestra; así que os miro como a un amigo a quien confiero el mayor de mis secretos”.
Reúne entonces a los obreros y los clasifica en tres clases o grupos, de manera que tuviesen tareas específicas según sus méritos y capacidades. Para su respectiva identificación recibieron signos, palabras y toques diferentes y sus lugares de reunión dentro del Templo eran separados, así, los Aprendices se reunían y recibían su salario en la Columna “B”, al Norte; los Compañeros en la Columna “J” al Sur, y los Maestros en el Santuario del Templo (Cámara del Medio).
Transcurrió la construcción de la obra donde el techo mayor del templo fue hecho de madera de ciprés cubierto de oro; entre los ornamentos en el templo se encontraban las palmeras y cadenas, con querubines en las paredes. En el Sanctun Santorum, o lugar santísimo, había dos querubines cubiertos de oro, el velo de la entrada era de color azul, púrpura, carmesí, y lino, 100 granadas de ornamento, el imponente Mar de Bronce perfectamente redondo y debajo de él, figuras como calabazas alrededor y estaba asentado sobre 12 bueyes representando o viendo los 4 puntos cardinales.
El arquitecto construyó las 10 fuentes y las basas (Pieza inferior de una columna o pilar sobre la que reposa el fuste; generalmente está compuesta por el plinto y una moldura o elemento de unión entre este y el fuste) de bronce; en los tableros de las basas había figuras de bueyes, leones y querubines, y muchos otros artefactos para uso del templo, así como las dos columnas huecas de bronce «J» y «B».
Pero antes de la conclusión de la obra, desde Saba (Hoy Parte de Etiopía), luego de una larga travesía, llega en visita diplomática, la Reina de aquel país, famosa por su belleza e inteligencia.

Era la reina Balkis de Saba, quien había manejado con sabiduría sus fértiles tierras con la administración de enormes sistemas de riego con monumentales represas para la época, recolectoras de las aguas de lluvia. Ella se interesó en las obras y gran sabiduría que daban fama al rey Salomón de Israel. Intrigada por ver todo aquello y en alarde de inteligencia diplomática y comercial, prepara regalos suntuosos llenos de oro, piedras preciosas, finas telas, costosos inciensos, finos óleos y cuánto producto fuese apreciado de su catálogo comercial.
Cuando ella manda a sus mensajeros con aquel opulento presente, se cuenta que el rey Salomón se sintió ofendido por no necesitar de todo aquello, pero al ver llegar a la Reina Balkis, calló encantado ante su belleza. No hay una versión oficial de cuánto tiempo la reina estuvo de huésped de Salomón. Unos dicen que tres años, otros dicen que mucho menos, comprometiéndose al final en matrimonio con Salomón.
Desde su llegada, la reina estaba maravillada por lo que veía: tronos de marfil y oro, pisos y paredes cubiertos en oro y piedras preciosas, esculturas increíblemente bien elaboradas, hasta que no resistió saber quién era el grandioso artesano de tales obras. Salomón se resistió largamente a complacer tal petición, hasta que no pudo evadir más la respuesta, no fuese a pensar que le estaba haciendo un desaire. Le dijo: “es un tal Hiram”, y acto seguido la lleva al lugar donde estaba laborando Hiram Abiff.
Ella al verle, se dice que hubo una no tan corta pausa, donde la reina se maravilla del porte y fuerza que emanaba del rostro y la mirada de aquel maestro artesano y constructor. Una vez pasado ese breve y revelador momento, la reina se maravilla de ver la inmensa cantidad de obreros debajo de ellos y hasta donde la vista le alcanzaba. Le preguntó a Salomón si podía demostrarle como dirigía a sus obreros y éste nervioso e incómodo le dijo que era una labor que tenía su complejidad, pues la mayoría eran obreros de otras tierras y hablaban idiomas extraños.
Sin decir nada, Hiram se asoma al borde de su montículo y hace una seña dibujando una perpendicular. Inmediatamente obtuvo la atención de todos los miles y miles obreros, seguido de otra señal con su brazo derecho haciendo una escuadra con su cuerpo, haciendo que todos los obreros a lo largo y ancho de la gran obra, se encaminarán y aglomerarán frente a él para recibir sus órdenes.

Aquello por supuesto impactó favorablemente a Balkis, y en cuanto a Salomón, probablemente eso sentenció a Hiram a su total desprecio y máximo temor al ver el control que ejercía sobre tamaña cantidad de obreros. Probablemente haya visto en él a un potencial rival para su reino y para sus aspiraciones de poseer a la reina de Saba como una de sus muy numerosas esposas.
Pasado aquel momento, Salomón continúa con Balkis la gira por su imponente obra, pero cuando llegaron a los cimientos del aliar, la reina observó un pie de árbol, arrancado del terreno y arrojado al azar.
Un pájaro especial que siempre acompañaba a la reina, una abubilla llamada Hud-Hud, le hizo comprender con sus tristes gritos quejumbrosos lo que significaba aquel despojo, el depósito que cubría aquella tierra sagrada, fue violada por el orgullo y ambición de Salomón.
– “Has levantado tu gloria sobre la tumba de tus padres —dijo Balkis al rey; y esa cepa, era madera sagrada…” plantada por el mismo Noé.
– “La he hecho arrancar —interrumpió Salomón—para elevar aquí un altar de pórfido y madera de olivo, que haré decorar con cuatro serafines de oro».
-“Esta viña (se refería a un vástago del Árbol de la Vida plantado por Seth sobre la tumba de Adán) —prosiguió la reina de Saba—fue plantada por Noé, por lo que un descendiente de Noé no ha podido arrancarla sin impiedad. Por ello, el último príncipe de tu raza será clavado, como un criminal, a esa madera que debía ser sagrada para ti” (y justamente estaba sobre la propia tumba del primer hombre: Adán)
Una leyenda cuenta el triste recorrido de esta madera sagrada, presumiblemente de un arbol de Acacia, donde se dice que Salomón al mandarla a cortar por su gran tamaño y frondosidad, ordenó utilizarla para las vigas del techo del templo, pero luego de muchos intentos, enigmáticamente los cortes no se lograban hacer exactos de ninguna manera, y al final decidieron usarlos en otra pequeña obra que era un puente sobre un riachuelo en una de las vías de salida de Jerusalén.
Cuenta una leyenda, que más tarde la Reina de Saba pasó por allí antes de irse de la ciudad, y al tocar la madera sagrada de aquel puente, tuvo una gran premonición anunciando una gran maldición para el pueblo de Israel debido a la profanación de ese árbol tan sagrado. Salomón oyó de tal profecía y luego mandó a desarmar aquel puente y enterrar sus maderos en una laguna cercana, ocultando así su magno error.
Tal como lo dispuso Dios hacía aproximadamente 5.300 años, y unos 180 años después de que Salomón las haya enterrado, las maderas salieron flotando de ese estanque, llamando la atención de la gente, quienes las sacaron, pusieron a secar y luego fueron vendidas posiblemente al empresario carpintero José de Belén quien se presume las utilaría para elaborar la cruz con la que crucificaron a su hijo Jesús de Nazareth.

Aquí retomo la leyenda…

El final del maestro constructor:
Sobre el final de esta historia donde nuestro héroe masónico fue protagonista, he encontrado al menos dos versiones del origen de los hechos que terminan con su muerte. Por un lado, se cree que el odio acumulado durante años por el rey Salomón y sus celos por su multitudinario liderazgo y por la evidente atracción que generaba en la Reina Balkis de Saba, dio la orden de asesinarlo al momento que la reina rompe su compromiso con Salomón, y sabiendo que se iría con Hiram pronto. Cuenta esa leyenda que Hiram al terminar la obra va ante Salomón para pedir autorización para retirarse a su tierra. El rey ante la idea de dejarlo salirse con la suya y llevarse a Balkis, manda a matarlo con tres obreros clasificados como CComp.·. Estos individuos de baja calaña y ambiciosos, aprovechan para intentar obtener la P.·. Sec.·. de M.·. antes de asesinarlo mientras se encontraba solo en el templo a la hora acostumbrada de sus oraciones.
Otra versión, y es la que nosotros manejamos en nuestros RRit.·., es la que cuenta que en cierta ocasión, una vez recibidos los salarios y habiéndose retirado todo el personal al merecido descanso, tres obreros, clasificados como CComp.·., observando que la construcción del Templo llegaba a su fin, y manifestando desacuerdo y descontento con su salario y beneficios, intentaron obligar al Maestro Hiram Abiff, para que les dijese la P.·. de M.·. y el S.·. de identificación de los MM.·., presumiblemente para acceder a los beneficios económicos y sociales de ese grado.
Estas tres personas, a quienes algunos autores identifican con los nombres de Jubelás, Jubelós y Jubelúm (los Jewels), sabiendo que el Maestro regresa al Templo para hacer sus oraciones e inspeccionar la obra, se colocaron en cada una de las 3 puertas para emboscarlo.
El primero lo sorprende cuando intenta salir por la puerta del Sur, le pide de manera insolente la P.·. de M.·. y ante la negativa, lleno de ira, le golpea con una Esc.·. en el cuello. Mal herido, va a la puerta de Occ.·. y allí es esperado de la misma manera por otro de los SSosp.·. y ante la categórica negativa, éste le golpea fuertemente con una Reg.·. en el hombro izquierdo; Y el tercero, cuando el Maestro intenta huir mal herido por la puerta de Or.·. e igualmente al no obtener más respuesta que el silencio absoluto, el tercer asesino le “agarra furioso por los cabellos ensangrentados, le arrastra sin piedad por las GGrad.·. del Tem.·. y le propina la herida mortal sobre la frente con un martillo”.
Los traidores manchados de sangre una vez consumado el delito, y al observar que ninguno de ellos había logrado su objetivo, desesperados ante el fracaso resuelven retirar el cadáver, desaparecer las pruebas de su delito y temerosos del castigo que les esperaba, lo cubren inicialmente con escombros para esperar que transcurriera el día y luego en la noche llevarlo a un sitio donde no fuese encontrado. Al amanecer del nuevo día, salen con el cadáver a buscar un lugar donde darle sepultura.
Cubren con unas ramas de Acacia el sitio, para de esa manera poder ocultarlo. Cuenta esta versión que, a tempranas horas de la mañana, Salomón, como habitualmente lo hacía, va al Templo a observar el avance de la obra y se sorprende al no encontrar al Maestro Hiram Abiff, ni obtener respuesta alguna sobre su paradero. Sus sospechas lo llevan a pensar que había sido objeto de algún atentado, hecho este que se confirma cuando encuentra rastros de sangre en la puerta de Oriente, que al seguirlos, lo llevan hasta los escombros donde inicialmente había sido colocado el cadáver, la noche del crimen. Salomón decide reunir a los Maestros y mediante un riguroso escrutinio, selecciona nueve de ellos para que inicien la búsqueda.
Dos días después del inicio de las pesquisas orientadas en diferentes direcciones; tres marcharon por la ruta del Mediodía; tres se encaminaron por el Occidente y otros tres por el Oriente, con el acuerdo de reunirse el noveno día de su salida. Un grupo se detiene al pie del Monte Líbano y cuando uno de los Maestros intenta reposar, observa que la tierra donde se ha tendido, había sido removida recientemente. Un putrefacto olor emanaba de su interior y una rama de acacia que intenta utilizar para sostenerse se queda en su mano.
Decide buscar a sus Hermanos para reunirse todos los nueve e inician entonces la exhumación; remueven la tierra y logran encontrar el cadáver de su querido y Venerado Maestro, llegando a la triste conclusión de que había sido asesinado.
Cubren de nuevo el cadáver y colocan una rama de acacia para marcar y reconocer el lugar; se dirigen hacia Jerusalén para informar a Salomón sobre este hecho, quien ordena el traslado inmediato del cadáver a Jerusalén y la posibilidad de encontrar sobre él, la P.·. de M.·. , sin embargo, no habiendo sido esto posible, acordaron que el primer Sig.·. que hiciesen y la primera P.·. que emitiesen al ver el cuerpo del Maestro Hiram, serían las que sustituyesen la P.·. y el S.·. perdido.
De nuevo en el trágico lugar, abren la improvisada fosa y al observar horrorizados el cadáver, permanecen en completo estado de postración y dolor… “¡¡Oohh señor Dios mío!!”
Al concluir la obra reinó el júbilo, a pesar que fue interrumpido por la muerte del querido maestro entre sus obreros. Lo habían asesinado la ignorancia, la injusticia, y la tiranía. El rey Salomón al ver que tanta gente le admiraba, ordenó que sus exequias se celebrarán con gran solemnidad y decoro, y fue enterrado en la logia cerca del templo.
CONCLUSIÓN – Internalización de la leyenda de Hiram Abiff en la Masonería:
El Valor Masónico de la historia de Hiram Abiff y la vista de su obra intrínseca, representa todas las virtudes y el bien moral; deben ser la verdadera guía y consciencia del hombre.
En esta leyenda, observamos cómo el maestro Hiram Abiff antepone sus sagrados deberes y decide morir en manos de tres miserables, quienes encarnan la ignorancia, el fanatismo y la ambición, vicios que están presentes en una sociedad cada vez mas penetrada por sus desviaciones y vicios. También, según lo que se encontró en antiguas escrituras judaicas, pudo haber sido víctima de los más bajos instintos del poder imperante.
Para los no iniciados, deben notar que la moral masónica no difiere de la ética racional ni de la moral común, pero un profano cuando se inicia en nuestros Augustos Misterios, básicamente se da rápida cuenta que es un ignorante y algunas veces ignorante hasta de su propia dignidad. Cuando un Profano es iniciado en la Masonería, es una piedra en bruto que en las logias va a ir trabajado y cincelado arduamente y por sí mismo, hasta que se convierte en piedra lisa, perfecta y cúbica.
Así como “Hiram fue un constructor apasionado, que avanzaba y buscaba respuestas, el que amaba lo infinito sin olvidar lo perecedero” Lessing,
“Bien puede su carne desprenderse de los huesos, sin que la sabia se agote en la rama de acacia” Goblet D’Alviella.
Un Maestro Masón se convierte en el ejemplo a seguir, sin ningún tipo de vicio, sin fanatismos, filántropo, educador; conductores de esos discípulos profanos que quieren entrar en el templo de la virtud, enseñando a enterrar en profundos calabozos a sus vicios, llegando a construir templos a las virtudes comenzando a levantar la columna B, símbolo de la juventud, la firmeza y la fuerza; y luego la columna J, imagen de la estabilidad y la sabiduría. (En algunas logias están al revés: La columna J es para los AApr.·. y la columna B es para los CComp.·. , donde generalmente ningún miembro de esas LLog.·. sabe explicar el por qué de ese loco antojo, cuando en su Vol.·. de la L.·. S.·. expresamente dice lo contrario).
Luego, el estudiante masón asciende por la escala misteriosa, que simboliza las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad; y los cuatro grados de las virtudes cardinales: Prudencia, Justicia, Fuerza y Templanza.
Los guantes que se entregan al aprendiz indican, con su blancura, que las manos de un masón deben estar puras de todo exceso y que debe evitar la más ligera mancha. El delantal es símbolo de la pureza del trabajo, y recuerda al masón que toda su vida debe consagrarse a la labor.
El enlosado mosaico, formado por piedras blancas y negras, unidas entre sí, simbolizan la unión de los masones, sea cual fuere, el color de su piel, su nacionalidad y sus opiniones políticas y religiosas, aplicando la tolerancia y el silencio la mayor de las veces… eso deberían también hacer los verdaderos MM.·.
La escuadra enseña el respeto a las reglas; la perpendicular, la rectitud de juicio, el nivel, la igualdad social; las tres luces de la logia, la Belleza, la Fuerza y la Sabiduría; el martillo y el cincel, la inteligencia y la razón que se han dado al hombre para hacerle capaz de discernir entre el bien y el mal; y las tres grandes luces de la masonería el sol, la luna y el V.·. M.·. que irradia la Luz a todos los obreros del taller.
Una vez que los neófitos candidatos de la virtud y las ciencias han llegado a lo alto, suelen ser atacados nuevamente por las tinieblas, los vicios y los bajos instintos, pero a lo lejos en medio de la más absoluta oscuridad, vislumbran como la esperanza, una lejana y tenue luz que irradia la estrella flamígera, con la misteriosa letra G en su centro simbolizando al G.·. A.·. D.·. U.·., la gnosis, la geometría, el genio, la gravitación, la generación.
Con los cinco sentidos bien activados, descienden de lo sublime en el Oriente imponente y viajan por las artes y ciencias del Trívium y Cuatrivium: Gramática, retórica, lógica, aritmética, geometría, música y astronomía.
La superstición, la ignorancia y la avaricia, son los tres enemigos interiores que siempre combatimos; y la mentira, la tiranía y el fanatismo, los tres feroces enemigos externos que el hombre tiene, que le atacan y matan. Las Virtudes salvadoras son: la Verdad, la Ciencia y la Virtud.
La cadena que nos rodea en la base de la bóveda celeste, nos recuerda que somos una unión fuerte y vitalicia desde que nos iniciamos, y que también podemos ser algún día un eslabón que ya no esté en este plano. Por último, las granadas sobre el capitel de la columna “J” son el emblema de la amistad de nosotros, que somos muy numerosos -ciento y más- , y que estaremos unidos por siempre como miembros de la familia masónica.
No se necesita gran astucia para adaptar todos los símbolos masónicos a esta moral sublime que debe tener un Maestro Masón. Estos símbolos desempeñan un gran papel en la Francmasonería universal, enseñando a los hombres de espíritus limitados, que no quieren ver lo que se les enseña, y animando a los que quieren construir y fortalecer su templo interior.
Luego, todo lo anterior se junta en el trabajo arduo en logia, generando egrégores positivos y transformadores cual abejas obreras de un inmenso panal, trabajando por el fin último: El amor a la humanidad.
Haciendo este breve pero hermoso paseo por nuestra simbología, hago ver que mi Maestro de maestros Hiram Abiff, representado por los Maestros Masones que me guiaron en esta gesta de conocimiento y virtud, salvo algunas excepciones, representaron un gran ejemplo a seguir. He tomado humildemente el testigo en esta carrera de relevos de la instrucción a nuevas generaciones de hombres libres, amantes de su tierra, respetuosos de sus leyes y amigos de hombres cuando son virtuosos.
Por lo general las parábolas, los mitos y las leyendas llevan en su intencionalidad el dejar una enseñanza y/o un aprendizaje oculto “tras bastidores”. Para percibir ese “mensaje oculto”, debemos desarrollar la habilidad de abstracción a partir de esa narrativa, y así dejar de verlos como meras historias, buscando “entre líneas”.
Esto tal vez no sea algo tan fácil y algunas interpretaciones pueden llegar a ser desacertadas parcialmente, pero ello no debe desmotivarnos; como toda actividad que se espera perfeccionar, requiere de mucha práctica y deseos de aprender.
¡Yo estoy practicando!
Es cuanto mis VV.·. y RR.·.HH.·.
Agradecimiento especial a la R.·.H.·. Nefertiti por sus luces en el tema del judaísmo, el cual domina increíblemente, y que al final se puede demostrar fehacientemente que el judaísmo es el verdadero origen de la Francmasonería universal. En su artículo «Análisis criminalístico del asesinato de Hiram Abif, ella demuestra que nuestro héroe Hiram Abiff , era judío así como la inmensa mayoría de los obreros (y sus esposas que también participaron de alguna manera en la gran obra del templo para el G.·.A.·.D.·.U.·.)
Fuentes Consultadas:
- Volumen de la Ley Sagrada – Edición Pentecostés.
- El Midrash Judío.
- Rit.·. del Gr.·. de M.·.M.·. del R.·.E.·.A.·.A.·.
- Wikipedia.
- 27 temas del Maestro Masón: Benítez–González
- La tumba de Adán – Dr. José María Herrera.
- El Libro de la sabiduría de Salomón por Daniel Dore.
- The Hiram key: Pharaons, Freemasons and the discovery of the secret scrolls of Jesus -by Christopher Knight & Robert Lomas.
- https://www.aishlatino.com/judaismo/historia/curso-rapido/El-Rey-Shlomo.html
- http://33masones.blogspot.com/2017/05/laleyenda-de-hiram-abif-del-exoterismo.html
- https://www.monografias.com/trabajos102/que-paso-muerte-del-maestro-hiram-abif/que-paso-muerte-del-maestro-hiram-abif.html
- http://revistanefertiti.com/hiram-habiff-el-gran-maestro-por-oliver-villanueva-laya/

Escrito por Ioseph Gustavo Briceño BenHashem M:.M:.
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